Un Publicista vive de esto, vive de lo que lo rodea y de lo que no. El mundo que tenga en su cabeza es exactamente lo que reproducirá en la vida real. Nadie sueña algo que no ha visto, sea real o ficción, debe haber algun contacto con esa idea para poder verla, vivirla y plasmarla.
Las buenas ideas no nacen de cero, no nacen de un papel en blanco. Nacen del viaje al pueblo el fin de semana, de la película mala que vió, del día que le tocó subirse en un bus llenísimo, del periódico que leyó. Las ideas nacen de lo que se come con los ojos. La creatividad se alimenta de lo que día a día se vive. Por eso, las personas cercanas a la publicidad, el arte, al música etc. deben estar en constante movimiento, no sentados 8 a 5 en un computador. Al menos cuando se tenga la oportunidad hay que recorrer el mundo, sea caminando o volando, pero no quedarse quieto.
Un profesor nos decía que uno como publicista tiene que ser un adicto a la curiosidad, y creo que esto no es propio de los Publicistas; yo miro a mi alrededor y veo camisas y corbatas. El automaticismo en el que se hunden, no les da tiempo para ser curiosos. Un error en el que nadie debe caer. El secreto no es ser el más leído, ni el más viajado pero si preguntar mucho. ¿Porque las alcantarillas son redondas y no cuadradas? De esta respuesta puede existir un insight, por esto siempre que tengo la oportunidad de acercarme a un estudiante de Publicidad insisto como abuelo cansón: Lean, coman, escuchen música ,viajen, escriban, hablen, caminen, miren arte, tomen fotos, PREGUNTEN, toquen. toda experiencia mala o buena es un detonante de una idea y de un posible salto a la fama. La ventaja de nosotros los Publicistas, nos vendemos de lo que vivimos. Nuestra barrera? El cliente, ese cliente que se cree publicista. Ese cliente obstinado, terco y sin gusto que quiere poner en todo lado leones a sus pautas. ¿resentido? si, me resiente que una idea la tumbe, altere, modifique un señor que no es capaz de delimitar su papél de gerente y hacer sus funciones. Uno pide algo, y se le entrega y hay un resultado. Pasa desde una comida rápida hasta en un servicio sexual. El cocinero sabe hacer la hamburguesa y no deja que el cliente se meta a cocinar, y así mismo la prostituta sabe hacer lo que sabe hacer, si eso no fuese así todos seriamos, publicistas, ingenieros, prostitutas, cocineros, policias etc. Por eso señores clientes, sientense,relajense, comanse una hamburguesa o...el otro caso nombrado, bajen y desarmen ese dedo con el que les encanta mandar y esperen a que la magia suceda.
Por eso Publicista usted que goza de un ego de Rock Star, tambien deje que le pasen por encima de vez en cuando, así sea una humildad fingida, pero así sepamos que estamos en una cumbre social o mas bien que vemos el mundo desde arriba tenemos que ver que para llegar a cocinar nuestras propias hamburguesas pasamos por clientes; seres ignorantes y cerrados. Hoy que cocinamos hamburguesas mágicas de ideas hiladas con los ingredientes de lo que nos rodea, podemos darnos el lujo de que nos tumben mil ideas y crear un insight con el odio que nos llenamos cuando escuchamos: ''Oye Daniel, deberíamos meterle un león más''
Ahhh les dejo el comercial que les conté al principio:
Texto por Daniel Piza
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